-¿Como me has visto? ¿Crees que se ha entendido bien mi posicionamiento humanitario? Que lo que quiero, es ayudar para que las personas sean problema-solvers. Personas que desarrollen su potencial.
Espero que haya quedado claro, que a mi, lo que me gusta realmente es la sencillez. Tu sabes mejor que nadie que cuando más disfruto es con una cenita sencilla con la familia: nada lujoso.
Siempre lo digo: "Nada como un abrazo sincero y profundo para hacerte feliz".
¿Has visto la cara que se le ha quedado cuando he mencionado mis clases de meditación? Realmente no se como el resto de personas pueden vivir sin estar en contacto con su espiritualidad.
Si, estoy satisfecha. Creo que se han dado cuenta de como soy de verdad. Una persona sencilla y normal, con mis defectos y virtudes, pero llena de amor para con el prójimo.
La mujer se desabrocha un vestido de la nueva colección crucero de un diseñador consagrado. Se deja caer sobre una enorme cama King Size con tres líneas de almohadones. El color imperante es el beige y sus degradaciones. Sobre la cama un enorme retrato de ella misma firmado por un autor emergente pero en alza.
Con gesto de cansancio se quita los carísimos y altos tacones y los deja caer al suelo con desidia. Luego hace un gesto a la persona con la que hablaba. Una mujer en la cincuentena, con impecable uniforme beige, y cara de resignación.
-¡Recoge el vestido y llévalo al tinte!, ¡los zapatos al armario!. ¡Ah! y esta vez, procura guardarlos con la suela limpia. Ya sabes lo poquito que me gusta el desorden Chabela. Recuerda que la fortuna de trabajar en esta casa es efímera: igual que te vino, se puede ir-. Luego en un tono más meloso añade.- ¿Y la cara que puso la periodista cuando le hable de mi nuevo proyecto con UNICEF?...
Me gusta la sencillez... Un gusto escucharte y un gusto leerte. Gracias por compartir. 😉
ResponderEliminarGracias a ti María!! Que seria de nosotros sin sentido del humor!!
EliminarUn abrazo